La dieta Scarsdale es famosa por ser considerada una de las dietas de último minuto. De hecho, promete unaa rápida pérdida de peso, en cuestión de tan sólo dos semanas.
Esta dieta fue inventado en los años 70 por Herman Tarnower, un cardiólogo estadounidense que había tenido en cuenta los beneficios de una alimentación hipocalórica y baja en grasa en relación con el riesgo de contraer enfermedades del corazón.
Se trata de una dieta en la que la cantidad de calorías diarias se reduce a aproximadamente la mitad del requerimiento diario normal. Las calorías totales admisibles por día son entre 800 y 1000. La dieta prevee la eliminación casi total de los hidratos de carbono y se apoya en la ingesta de gran cantidad de bebidas estimulantes tales como té y café, así como al uso de ciertas sustancias naturales que inhiben la sensación de hambre.
El tipo de desayuno se compone de té o café sin azúcar, acompañado de una rebanada de pan de trigo integral tostado y sin untar y una fruta de temporada, de preferencia una toronja, fruta muy rica en agua y bajo en azúcares.
El almuerzo y la cena consistirá en cortes magros de carne o pescado, o huevos, acompañados de verduras como apio, zanahorias, tomates, pepinos, lechuga y pimientos. Las verduras y la carne deben ser sazonados sólo con especias, los aderezos grasos como la mantequilla están prohibidos.
Para aderezar la ensalada está absolutamente prohibido al aceite, que debe ser reemplazado por el vinagre o zumo de limón. No se permiten dulces, harina, chocolate ni embutidos, también quedan excluidas todas la grasas. El consumo de lácteos debe ser limitado.
La dieta Scarsdale promete una pérdida de peso de las cuatro kilos en cuestión de días y sin necesidad de recurrir al ejercicio físico, lo que la hace muy tentadora. Es, sin embargo, una dieta en la que el suministro de nutrientes está exesivamente desbalanceado respecto de las proteínas, que se combinan con otros alimentos de manera de favorecer una pérdida de líquidos, por lo que una parte de la pérdida de peso sería debida a la deshidratación.
Sabemos que una pérdida de peso demasiado rápida puede ser peligrosa y muchos se muestran escépticos acerca de la efectividad de esta dieta y sus efectos reales sobre la salud. El peligro de recuperar los kilos perdidos con la misma rapidez después del abandono de una dieta tan restringida, está entonces siempre al acecho.
Tal vez sería mejor que aprender a seguir adecuadamente nuestra querida dieta mediterránea, que se considera la dieta más saludable del mundo, enriqueciéndola con gran cantidad de frutas y verduras en cada comida y acompañándola con una actividad física constante, para mantenerse en forma de manera saludable.