Luchar contra la obesidad y la diabetes gracias a la grasa corporal. Esta aparente paradoja es apoyada por investigadores estadounidenses de la Universidad de Texas Medical Branch de Galveston, en los EE.UU., según los cuales el tejido adiposo «marrón» ofrecería una ayuda en la regulación de los niveles de azúcar en la sangre y en la gestión del consumo de energía y la ingesta de calorías del cuerpo humano.
Existen dos tipos de grasa en el cuerpo humano: blanca y marrón; la primera se localiza principalmente alrededor de la cintura y el cuello, y la segunda en la parte alta de la espalda. Mientras que la grasa oscura es particularmente útil y beneficiosa para el organismo, la blanca representa la acumulación de calorías en exceso.
Tener entonces altos niveles de grasa marrón y bajos niveles de grasa blanca sería, según los investigadores estadounidenses, indica una buena salud y buen funcionamiento de algunos mecanismos de defensa del cuerpo humano contra la obesidad y la diabetes.
Para estudiar estas reacciones se expuso a un grupo de participantes a temperaturas moderadamente frías durante un período diario de entre 5 y 8 horas.
Durante la investigación se llevaron a cabo pruebas diseñadas para detectar la respuesta del cuerpo al frío. El resultado fue, en aquellos con una mayor acumulación de grasa marrón, un mayor consumo de la grasa blanca y un mejor control de la presencia de azúcar en la sangre.
Reducir la presencia de grasa blanca también aportó beneficios en la gestión de la insulina por parte del mismo organismo, reduciendo su resistencia a la insulina, que es considerada como uno de los principales factores de riesgo en el desarrollo de la diabetes.
Un estudio previo también revela que para ayudar a transformar la grasa blanca en marrón, se puede recurrir a la menta. Más precisamente el mentol que contiene que, según los expertos, favorecería la mutación en tejido adiposo «bueno».
Quienes también indican cómo positiva la acción de la grasa marrón en una posible pérdida de peso, son los investigadores de la Universidad de la Escuela de Medicina de Kentucky. Según los expertos estadounidenses, la grasa marrón sería ser un buen aliado en la pérdida de peso, aprovechando, como también se indica en el estudio anterior, la exposición al frío.