Se siente hinchada, pesada, y tiende a acumular líquidos en el período premenstrual? Si la respuesta es, como nos imaginamos, positiva, hay estrategias para perder en poco tiempo todo el exceso de líquido, desincharse, y por qué no? recuperar la línea.
Hablamos de la dieta sin sal, también llamada hiposódica, es decir, baja en sodio. La sal es un componente que se encuentra naturalmente en los alimentos y también es un condimento que se usa comúnmente para dar sabor a cualquier alimento, para hacerlo más delicioso al paladar.
Sin duda comer alimentos insípidos a nadie le gusta y la contribución de la sal es fundamental para que podamos disfrutar de los platos, pero el consumo excesivo de sal, como habitualmente se utiliza al preparar los alimentos, puede comprometer irreparablemente nuestra físico y nuestra salud.
Esta sustancia, de hecho, fuerza a los riñones a un trabajo extraordinario para deshacerse de las toxinas y líquidos acumulados a consecuencia de lo que comemos. La característica de la sal es precisamente hacer que el cuerpo retenga líquidos, creando una ecuación nociva: más sal, es igual a más líquidos.
Para las personas con mayor riesgo, como las mujeres en la menopausia y los hombres de cierta edad, la sal puede causar un aumento gradual de la presión arterial que conduce al desarrollo de hipertensión, responsable de enfermedades de origen cardiovascular, tales como ataques al corazón y derrames cerebrales. Así que, para evitar estas trágicas consecuencias, y también para tener buenos resultados en términos de estética, porque no disminuir la cantidad de sal en la dieta?
Cómo seguir la dieta baja en sal
Cuando se habla de dieta sin sal no significa que se debe necesariamente eliminar por completo este condimento, sino simplemente reducirlo a una cantidad aceptable.
Técnicamente se podría incluso comer por unos días, evitando por completo la sal, porque de los testimonios de aquellos que han tratado esta técnica, han surgido resultados interesantes, como la eliminación de la hinchazón en las piernas y el estómago y una cintura más pequeña, durante la primera semana de la dieta sin sal.
Pero al igual que con cualquier técnica dietaria, también la dieta sin nada de sal debe ser acordada con su médico, ya que podría no ser adecuada para aquellos que sufren de presión arterial baja. Volviendo a la dieta hiposódica se sugiere consumir cada día no más de entre 3 y 5 gramos de sal.
Para determinar la cantidad correcta, sólo tiene que utilizar una sencilla cuchara de café y añadir a las dos comidas principales una cantidad igual a la mitad de una cucharadita de sal. Para un efecto adelgazante de la dieta con un contenido de sal reducido, es aconsejable evitar los embutidos, incluso los que se consideran «livianos», como el jamón ya que son producidos con grandes cantidades de sal.
Evitar también algunos tipos de queso, como el queso de oveja y los fundidos, ya que exceden la cantidad diaria recomendada. Es mejor elegir el parmesano que contiene sólo un gramo y medio de sal por kilo.
La sal común, es decir, el cloruro de sodio, también puede reemplazarse con otros productos, tales como la sal sódica que contiene 30% menos de sodio o la sal yodada, enriquecida con yodo, que es útil en pacientes con una mala función de la tiroides.