Cada uva es un verdadero concentrado de bienestar y sustancias nutritivas, tanto es así que se ha convertido en protagonista de una dieta «temática». En realidad existen muchas variantes de la dieta de la uva, pero todos tienen en su base, a esta extraordinaria fruta.
Las uvas contienen resveratrol y quercetina, flavonoides que combaten el estrés oxidativo y el envejecimiento celular; además, la uva contiene agua, azúcares, vitaminas, fibra, taninos y minerales, todos nutrientes que pueden ayudar a eliminar el exceso de líquidos, para purificar el organismo, mejorar la apariencia de la piel y estimular el sistema inmunológico.
Como hemos dicho, hay distintas variantes de la dieta de la uva; la más restrictiva indica el consumo exclusivo de uvas, por algunos días; no hace falta decir que esta no es una dieta sana y equilibrada: perder peso y desintoxicarse está bien, pero no hay necesidad de ayunar y no sólo porque se recuperarían de inmediato los kilos perdidos, sino debido a que se priva al cuerpo de nutrientes esenciales.
La verdadera dieta de la uva propone aumentar en gran medida el consumo de esta fruta. En concreto, hay que acabar todas las comidas, incluyendo el desayuno, con una porción de uvas; a media mañana y a media tarde se debe beber un centrifugado de verduras y jugo de uva.
La dieta de la uva comienza como un fin de semana de desintoxicación compuesto por un menú semi-líquido, son dos días dedicados a la relajación en el que las actividades físicas se reducen al mínimo; continuará luego con cinco días durante los cuales se recomiendan largas caminatas o paseos en bicicleta. Se perderán hasta 2 kg en una semana, mientras el organismo se deshace de desechos líquidos y toxinas.
El fin de semana inicial, tiene una restricción calórica importante: las dos comidas principales se hacen con verduras crudas o cocidas y se permiten seis colaciones acompañados de té verde y un kilo de uvas enteras o licuadas, distribuidas durante todo el día. En el desayuno, está indicado pan integral, leche de soja y, naturalmente uvas. Por último, para mejorar el proceso de desintoxicación y depuración, se debe beber al menos 1,5 litros de agua al día.
De lunes a viernes se indica una dieta de 1.300 calorías, con una porción de pastas o arroz para el almuerzo, un plato principal en la cena a elección entre carne, pescado, queso y huevos. El punto de partida son 200 gramos de uva y todos los días hay que aumentar otros 200 gramos la cantidad de uva que se consume; por ejemplo, de 200 gramos el lunes, se debe consumir un kilo el viernes.
Esta dieta no debe seguirse durante más de una semana y siempre es conveniente consultar a su médico antes de iniciarla.