Gracias a las fibras contenidas en las verduras y cereales, y el caldo caliente que reaviva el metabolismo; las sopas invernales ayudan a la línea; pero se debe tener cuidado con los condimentos …
El clima frío sugiere «resolver» al menos una comida del día, generalmente la de la noche, con un plato caliente como sopa: un preparado en sí mismo inofensivo, e incluso saludable, siempre y cuando no se enriquezca la receta adicionando grasa animal o hidratos de carbono refinados, que elevan rápidamente el consumo de calorías.
Para que nuestra sopa se convierta en un sabroso aliado para adelgazar y, gracias a las fibras de verduras y legumbres, nos ayude también a eliminar las toxinas acumuladas en el organismo, basta servirla como plato único o al menos, cuidar el tipo de verduras y condimentos que se le incoporan. Con la posibilidad de reducir las calorías a menos de la mitad, en comparación con las recetas tradicionales …
Una sopa liviana
En comparación con las preparaciones clásicas, esta sopa no lleva patatas (que eleva el índice glucémico), que se reemplaza por calabaza en una mezcla de verduras saciante y diurética. Las legumbres proporcionan proteínas nobles, y la adición final de curry favorece la eliminación de la grasa y evita la adición de sal. Esta es la receta:
Ingredientes
– 1 cebolla mediana
– Caldo vegetal en cantidad necesaria
– 2 cdas. de aceite de oliva virgen
– 3 cdas. de pasta de tomate (o tomate fresco procesado)
– 500 gr. de verduras mixtas (zanahorias, apio, calabacín, calabaza, puerro)
– 300 gr. de legumbres mixtas, hervidas (lentejas, garbanzos, guisantes)
– Sal y pimienta al gusto
– Una pizca de curry
– Semillas de cilantro
Preparación
Cortar la cebolla y saltearla en una cucharada de aceite con el tomate, agregar una taza de caldo de verduras y luego la mezcla de vegetales mixtos; cocinar por 15 a 20 minutos, añadir más caldo y luego las legumbres previamente hervidas. Completar la cocción sazonando con sal (poca) y pimienta, hasta que las verduras estén tiernas. Servir la sopa con un chorrito de aceite de oliva crudo, una pizca de curry y algunas semillas de coriandro.
Preparada de esta manera hace bien
La adición final de aceite de oliva crudo mejora el sabor de la sopa y también lubrica los intestinos. El coriandro aumenta su digestibilidad.
Para hervir los frijoles, conviene añadir a una hoja de laurel, que contrasta las posibles fermentaciones; de acuerdo al gusto personal, las legumbres pueden licuarse o procesarse, y combinar con los otros ingredientes en forma de puré, que da a la sopa una densidad particular, muy saciante.