Piensas que es difícil perder los kilos de más luego del embarazo? Según una nueva investigación de la Universidad de Chicago, tres cuartas partes de las mujeres, un año después de dar a luz, todavía tienen algunos kilos de más.
Para realizar este estudio, los investigadores siguieron a 774 mujeres entrevistadas 6 y 12 meses después de dar a luz a su hijo: se encontró que aproximadamente el 47% todavía tenía 5 kilos para perder luego de un año del parto, mientras que alrededor del 24% tenían más de 10 kilos.
Si se engorda más allá de lo que se considera normal y saludable durante el embarazo, tanto por la percepción de que «hay que comer por dos«, o por la falta de ejercicio, será difícil volver a peso anterior al embarazo. Más allá de eso, tener exceso de peso durante y después del embarazo expone al niño al mismo riesgo, desarrollando una propensión a luchar con su peso para toda la vida.
Las madres primerizas tienen horarios agitados, a veces están sujetas a cambios en los sentidos del gusto y el olfato; también es más difícil deshacerse del exceso de peso si la madre ha optado por no amamantar.
Según los especialistas, si no se pierde el peso dentro de los primeros seis meses de vida del niño, se vuelve aún más difícil hacerlo más tarde. Aún más, la fisiología de la mujer cambia drásticamente durante el embarazo para alimentar al bebé y prepararse para el parto: estos cambios incluyen un aumento del volumen de la sangre, del metabolismo, especialmente la glucosa, lípidos y ácidos, aminoácidos y hormonas.
Pero a no te desesperes: hay varias cosas que se puedes hacer para resolver el problema.
1. Manten los alimentos nutritivos a la mano. Cuando sienta el deseo de un bocadillo, piense sólo en frutas y verduras, cereales integrales, grasas saludables y fuentes de proteína magra.
2. Evita los alimentos grasos y azucarados. Una vez que el niño comience a comer sólidos, resista la tentación (para los dos), de consumir platos a base de quesos, pizza, alimentos fritos y dulces.
3. Si es posible, considera la lactancia materna. Los estudios no están todos de acuerdo sobre la relación entre la lactancia materna y la pérdida de peso, pero seguramente no te hará daño.
4. Cuenta las calorías. Con la ayuda de un dietista, o con el uso de una aplicación, asegúrate de comprobar que no sobrepasas la cantidad de calorías necesarias cada día.
5. Mantente hidratada. A veces confundimos la sed con el hambre.
6. Manten el programa de alimentos previo al embarazo. La vida cambia con un niño, pero no dejes que cambie tu forma de comer; por encima de todo, resiste la tentación de saltarte las comidas.
7. Sí al movimiento. Si el lugar donde vives lo permite, compra un cochecito para trotar y sal al aire libre: no hay necesidad de correr, pero te hará muy bien salir con el bebé y caminar por lo menos una hora al día.